Lo que sí y lo que no te han contado
Hablemos de la rinoplastia, un procedimiento quirúrgico para arreglar la forma de tu nariz. Es una opción si no estás contento con cómo luce tu nariz y quieres hacer un cambio. Pero, ¿quién debería considerarlo? Pues, si te molesta cómo luce tu nariz, ya sea por una protuberancia, por su tamaño o forma, la rinoplastia podría ser una opción para ti.
Ahora, hay dos maneras de hacer este truco: la rinoplastia abierta y la cerrada. En la cerrada, el cirujano hace los cortes dentro de la nariz, así que no tienes que preocuparte por cicatrices visibles. Con la abierta, el corte se hace en la parte exterior de la nariz, pero da más libertad al cirujano para trabajar.
¿Qué pasa durante el procedimiento? Primero, te ponen anestesia para que no sientas nada. Luego, el cirujano moldea tu nariz según lo que hayas discutido previamente. Después, te despiertas con la nariz vendada y es probable que tengas algo de hinchazón y morados durante un tiempo.
Claro, como con cualquier operación, hay riesgos, como infecciones o no quedar satisfecho con el resultado. Pero si todo sale bien, el premio puede ser una nueva confianza en ti mismo y una nariz que te haga sentir mejor contigo mismo.
En resumen, la rinoplastia puede ser una forma de cambiar tu apariencia si no estás contento con tu nariz. Es una decisión importante, así que asegúrate de hablar con un médico y entender todos los aspectos antes de tomar una decisión. Si estás dispuesto a hacer el cambio, ¡adelante
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